Se humedecen, las calles, los techos, las pisadas. Se humedecen, las sábanas, los pies, las miradas. Se humedecen, las manías, los gestos, las risas. Se humedecen, las dudas, los sueños, las ideas. Durante esta tormenta, se me humedece la vida... y el alma. Poema escrito durante la tormenta tropical Cristóbal
Textos de un viaje al centro de mi misma
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