Sumergirse en el dolor de las sombras,
en la oscuridad plena,
ahí
donde habitan los miedos,
donde la respiración se entrecorta
y huele a pánico.
Mirar de nuevo los monstruos,
las heridas,
lo que dejaste podrir
debajo de la alfombra.
Tomar el desequilibrio
y brincar,
impulsarse en el aire,
sin contener el mareo.
Recordarse alma,
Sacudir el cuerpo
Enraizarse en el vuelo.
Dejar el control,
descansar,
observar...
Navegar.
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