Quién te condenó adversidad
Quién prostituyó tu nombre, 
si de origen eres “contrario u opuesto”.
Quién te designó un desfavorable enemigo
Quién
te llamó malo 
condenándote
a agachar la cabeza, 
a reprimir
los gritos
y llevar
sobre tus hombros 
este pesado
juicio.
Quién te vistió en negativo,
cuando no eres ni bueno ni malo,
sólo contrario,
opuesto a la rutina, un alto, 
un “respira”…
Quién dijo que el alma, 
en este mundo humano
no disfruta lo adverso.
Si lo adverso es cambio y movimiento, 
lo opuesto tajante
rompiendo la rutina.
Adversidad,
por qué no nombrarte “puerta”
para de una vez por todas
liberar los miedos.

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