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Parte 2. Recuerdos borrosos

Es difícil relatar cuando nos conocimos. Cada recuerdo son motas de polvo aglutinándose, pero hay un momento claro.

Era Julio, las calles nocturnas de la ciudad de Fuco sufrían los estragos de las lluvias. Sudaban humedad.

Esa noche tenía una fiesta y veintitrés años. No me pregunten qué ropa usé. Seré honesta, no me acuerdo. Solo sé que me vestí de baja estima, en la cabeza coloqué imaginación -infaltable- y en los labios timidez con una pizca de falsedad.

Es poco lo que guardo en mi memoria. A decir verdad, la gente y el festejo pasan a un segundo plano si pienso en el instante en el que nuestros cuerpos se tocaron.

Eras el primo de la cumpleañera y yo su amiga. Ella nos presentó. Eras un hombre más, sin importancia, o al menos eso pensé.

Transcurrió la fiesta. Con mi falta de coordinación me atreví a bailar. En la pista de baile formamos un círculo. Bailamos. Tú a mi lado.

Luego hicimos un trencito. Ahí, entre la vorágine y el juego, tu mano tocó mi cintura. Todo se detuvo. El tiempo aguantó un suspiro. Todo paró menos mi sangre y su temperatura, menos mis hormonas. Un pensamiento me invadió. Por motivos que conozco -y no diré-, te metí en la “zona de amigos”.

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"De amistad, amor y otros enredos" es un relato breve que se comparte cada viernes vía Blog, Facebook y Twitter (@AzulYsabel). Puedes leer las entregas anteriores aquí:
Parte 1. ¿Permiso?

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