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Mostrando entradas de enero, 2016

Parte 9. Se rompió

Son las 6:30 am. Lo acepto, este insomnio es producto de haberte visto ayer. Puedo sentir e l papel que absorbe esta breve historia sin detalles absurdos. Sólo los moribundos que no me dejan dormir. Quedan dos minutos para que cumpla cincuenta. Estos demonios me exigen paz. S é que no seré más el peón, reina, rey o alfil; no seré una ficha de esa vieja tabla de ajedrez. Ya  no es necesario faltarse al respeto. Soy importante, una mujer que vale el riesgo de tomarse en serio. Me merezco un amor que refleje mi seguridad y amor por mí misma. Es raro, pero escribir sobre esto perdió su encanto. Lo siento -no en tono de disculpa-  sino de certeza. Por lo visto este hechizo tenía fecha de caducidad. Salgo de la habitación. El sol me felicita. ------------- "De amistad, amor y otros enredos" es un relato breve que se comparte cada viernes vía Blog, Facebook y Twitter (@AzulYsabel). Puedes leer las entregas anteriores aquí : Parte 1.  ¿Permiso? Parte 2 . Recuerdos bor...

Parte 8. Reencuentro

Era otoño en Fuco. Caminaba por el parque a seis cuadras de mi casa mientras observaba los niños jugar, las parejas besarse y el agua de la fuente precipitar una y otra vez.  A lo lejos escuché mi nombre. Eras tú. Mi cuerpo tembló –sin tú notarlo– recordó tus manos, tus labios, los encuentros. Me tragué la mezcla de sensaciones. Te saludé. ¿Hacía cuánto que no nos veíamos? Como el tiempo lo vivo en relativo, carece de sentido mencionarlo. Nos sentamos en una banca. Nos pusimos a platicar.  Me contaste que te habías casado y que pronto nacería tu primera hija. Te escuché asombrada.  Después de un rato me atreví a conversar del pasado. Desenredamos la telaraña. Llegamos a la conclusión de que el deseo es un impulso que no se piensa. No negamos la seducción. No negamos la química. A la inmadurez le encontramos nuevos significados: cobardía, inconsciencia, falta de seriedad. Lo entendí. No me tomaste en serio. Nunca viste en mí una posibilidad de compromiso. No lo hi...

Parte 7. Distancia

Me harté. Necesitaba una separación drástica. Era la única manera de salir del círculo vicioso de estar contigo. Sin previo aviso dejé de contestar tus llamadas, cambié de número, me mudé de casa. No eras más mi amigo. Me cansé de contar las migajas del piso. De esconder tu mano y la mía. De no poder besarte en medio de la calle. De saberme tuya únicamente cuando estamos solos. Me cansé de ese estado demencial que me destrozaba el alma y censuraba la sensualidad. Me dije a mi misma: "Voy a soltarte como se suelta a un globo. Dejaré que tu propio aire te lleve para que encuentres tu sitio. Surca océanos de martirio, explora húmedas cavernas, irrumpe con movimientos veloces, ensombrece la sonrisa de otros ojos. Poliniza las flores que quieras, entierra los pies en roca o arena, teje seductoras falsedades o crea mariposas. No importa ya. Estás hecho para volar." Sentada en la acera, en el silencio de la noche, deshojé tu nombre. Te borré de mi vida. Te convertí en un ...

Parte 6. Negación

Negamos la realidad para compartir instantes.  Sin decir nada permanecimos en un limbo, incapaces de tomar las riendas de nuestra vida.   La negación me envolvió en una historia. Yo fui esa mujer que se  usa y tira.   Creía estar enamorada de ti. Deseaba que no tuvieras novia. ¿Cómo no amar a un amigo? ¿Cómo no amar al que se volvió amante? ¿Cómo no confundirme? ¡Vaya lío!   Transcurrieron nuestros encuentros esporádicos. Picos de placer, pozos de perdición. Contigo los momentos a solas nunca existieron. Siempre estaba ella. ¿Cuál era la necesidad de lastimarme por un instante de placer? ¿Hasta dónde llegaba mi masoquismo? No entendía hasta dónde era capaz de llegar. Los celos me carcomían. Esto de ser la otra no me sentaba bien. Un día intenté negarte. Jugué la carta espesa  y fría de la indiferencia. Me puse un falso escudo. No podíamos ser más amantes ni dejar de sentir. Era absurdo. Un juego de mierda. Dejé mi vida a un lado. Me ahogué...

Parte 5. Mentiras que saben bien

 “Entre gemidos dijiste -mi amor-. Esa noche aprendí que el placer sabe mentir” Repite una mentira muchas veces y será verdad, así dice el dicho. Entre los dos, así sucedió. Noches a destiempo nos mentimos. Nos balanceamos en el hilo invisible del deseo. Sin darnos cuenta nos enredamos las piernas, las bocas, los cuerpos. Mezclamos las palabras y sentimientos. Revolvimos los pensamientos junto a las caricias y falsas ilusiones. Torbellino. Desnudaste mi sexualidad. El sólo una vez, de aquí no pasa, es sólo sexo  fueron promesas rotas.  La seducción sabe mejor de a dos, es innegable. La seducción ¿contigo? inevitable. Estuvimos meses entre encuentros fortuitos. Entre secretos y una supuesta amistad. Hasta que llegó ella. Era una madruga de Marzo. Destilábamos alcohol mientras celebrábamos el cumpleaños de un amigo. El coqueteo entre los dos no podía faltar. De repente todo cambió. Alguien que no conocía te felicitó por tu relación. Entonces me enteré que hacía do...