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Parte 8. Reencuentro

Era otoño en Fuco. Caminaba por el parque a seis cuadras de mi casa mientras observaba los niños jugar, las parejas besarse y el agua de la fuente precipitar una y otra vez. A lo lejos escuché mi nombre. Eras tú.

Mi cuerpo tembló –sin tú notarlo– recordó tus manos, tus labios, los encuentros. Me tragué la mezcla de sensaciones. Te saludé. ¿Hacía cuánto que no nos veíamos? Como el tiempo lo vivo en relativo, carece de sentido mencionarlo.

Nos sentamos en una banca. Nos pusimos a platicar.  Me contaste que te habías casado y que pronto nacería tu primera hija. Te escuché asombrada. 

Después de un rato me atreví a conversar del pasado. Desenredamos la telaraña. Llegamos a la conclusión de que el deseo es un impulso que no se piensa. No negamos la seducción. No negamos la química. A la inmadurez le encontramos nuevos significados: cobardía, inconsciencia, falta de seriedad. Lo entendí. No me tomaste en serio. Nunca viste en mí una posibilidad de compromiso. No lo hiciste por maldad. No lo hiciste porque no fuera una mujer que no valiera el riesgo. El verdadero compromiso es de a dos. Yo tampoco estaba dispuesta a entregar mi supuesta libertad. Ninguno es culpable. Pero seamos honestos: la palabra “amigo/a” por más que lo intentemos jamás sonará igual.

Esa tarde las ilusiones que cargue por años cayeron junto a las hojas. Borré las escenas de dolor. Dejé las astillas de mi corazón sobre la banca del parque.

Dadas las circunstancias entre los dos creo que una mujer y un hombre no pueden ser amigos.  No si hay dolor, miedos, dudas, culpa. Para que después del sexo exista amistad es necesario prender fuego. Cerrar lo inconcluso. Destruir. Hay que atravesar el instinto, la sed, el cariño. 

En un acto de valor por uno mismo hay que hacerse responsable. Dejar a los demonios hablar.  Ahí, en ruinas y rodeados de escombro -tal vez-  puedan elegir ser amigos.

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"De amistad, amor y otros enredos" es un relato breve que se comparte cada viernes vía Blog, Facebook y Twitter (@AzulYsabel). Puedes leer las entregas anteriores aquí:
Parte 1. ¿Permiso?
Parte 2. Recuerdos borrosos
Parte 3. Amistad
Parte 4. Explosión en 3, 2, 1
Parte 5. Mentiras que saben bien
Parte 6. Negación
Parte 7. Distancia

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