Ya no son

El sol se asoma por el horizonte. Ella parpadea, la luz tenue le mece los ojos. Vuelve a parpadear. 
Desde su cama ve la imagen borrosa de un pirata.  La foto sigue ahí, piensa con desánimo.

Con suavidad se despega las pestañas y se pone de pie. Camina con lentitud hasta el tocador evitando el reflejo del espejo, no necesita ver lo mucho que ha llorado. Con sus dos manos agarra el retrato. Lo mira con atención. Ahí está él, disfrazado hasta la sonrisa. 

El silencio toma un espacio en el tiempo. Recuerda esa fiesta en donde la confianza se perdió. El dolor no se va, pero en su opinión es mejor sentir que poner un candado.  Respira profundo. Ya no son dos. 

Una maleta suena en la escalera.

@azul.ysabel

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