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Mostrando entradas de julio, 2015

Tinta y Familia

Parece ser que más que sangre, por nuestras venas corre tinta.

Carta a mi inquisidor

MCR: No puedo empezar con un querido, pues no te quiero del corazón y tampoco te odio, pero soy adicta a ti. Anoche te acercaste a mí, esta vez sin uñas ni dientes, pero con ojos que hieren y silencios que persiguen. Fuiste, el breve deseo de una veinteañera, que a estas alturas ya no sé quién es. Fuiste, modelo, inspiración y una prostituida imagen de semidiós para luego convertirte en el juez de mis ideas recién concebidas, mi verdugo por haber visto, entre tanta confusión, más allá de la física . Antes no tuve el valor para decírtelo,  pero hoy lo escribo. No profeso ideas de una rara religión, ellas provienen de un sentir profundo, de una certeza que, ante los ojos de cualquier humano, inclusive los míos, sabe incierta. No soy rara, pero estoy demente. Debemos aceptarlo, somos polos opuestos del mismo objeto, tú miras ahí, y yo miro por todos lados. ¿Sabes? aún diferentes, somos tan iguales. Sé que estos sueños, este nudo en la garganta prevalecer...

Carta a Hermann Hesse

Estimado (Sr.) Hesse: A mis manos ha llegado "Demián", y si bien apenas lo he leído, negar que sus palabras me desnudaron entera sería mentir.  En el prólogo comparte: "Mi vida no es agradable, no es suave y armoniosa como las historias inventadas; sabe a insensatez a confusión, a locura y a ensueño, como la vida de todos los hombres que no quieren mentirse a sí mismos."  Hesse, usted, ha descrito mi vida...  Podría resultar absurdo, usar el adjetivo perfecto en lo que ha escrito. Por tal motivo me limitaré a agradecerle las palabras "azarosas" que brotaron de su sangre y que ahora fluyen por la mía, nutriendo esta insensata confusión de locura y ensueño . A pesar de sus 53 años de partida y sin importar el cosmos donde se encuentre, tenga a bien saber que lo amo; lo amo con esta fidelidad con la que me amo a mi misma. Isabel Azul

Adversidad condenada

Quién te condenó adversidad Quién prostituyó tu nombre, si de origen eres “contrario u opuesto”. Quién te designó un desfavorable enemigo Quién te llamó malo condenándote a agachar la cabeza, a reprimir los gritos y llevar sobre tus hombros este pesado juicio. Quién te vistió en negativo, cuando no eres ni bueno ni malo, sólo contrario, opuesto a la rutina, un alto, un “respira”… Quién dijo que el alma, en este mundo humano no disfruta lo adverso. Si lo adverso es cambio y movimiento, lo opuesto tajante rompiendo la rutina. Adversidad, por qué no  nombrarte “puerta” para de una vez por todas liberar los miedos.

Placer Verbal

¿Pasado o presente? ¿En qué tiempo verbal se miran los ojos mientras las piernas entre sábanas se tejen? ¿Pasado o presente? ¿Podrá ser que el placer no contenga de vez en vez, astillas de recuerdo punzando los pies? ¿Pasado o presente? ¿En qué tiempo verbal se escribe este juego de llevarnos al límite? ¿Pasado o presente? ¿En qué tiempo verbal (me) lo quieres hacer?

Humildad-Paciencia

El mayor acto de humildad de un escritor es la paciencia

Tu cuerpo y el mío

Ilustración: James R Eads Tu cuerpo cosmos, el mío hábitat espacio en movimiento donde transitan en espiral sentires, objetos, personas, cosas. Tu cuerpo y el mío, dos en la dulce espera del uno. Desmaterialización en color vida natura muerte evolución. Tu cuerpo cosmos,  el mí hábitat y ahí, en el punto de nada  nosotros.

Éxito acumulativo

¿Por qué muchas veces nuestros logros saben vacíos? ¿Por qué esta insatisfacción, este querer siempre más? ¿Por qué la necesidad de ser exitoso? Éxito es sinónimo de triunfar, y normalmente asociamos el triunfo con la cantidad de diplomas, dinero, reconocimientos y otros logros materiales. Cotizamos nuestra valía en moneda, y la incrementamos según la cantidad de méritos, desechando la calidad éstos. La seguridad, la autoestima y el éxito se vuelven subordinados del tener, de acumular. Quién ha pasado por mi vida, sabe que desde pequeña fui acumulado diplomas, reconocimientos, premios, títulos y muchos otros méritos. Me hice adicta al éxito acumulativo y al breve placer de sentirme valiosa. Pero al final, todo fue una mentira, el éxito me resultó inservible, me había parado sobre pedestales de arena construyendo ilusorias definiciones de lo que soy. Tuve que aceptarlo, el triunfo, carecía de sentido. En este momento, voy comprendiendo que el éxito que perdura, el verdadero t...

Invierno

Un árbol no piensa en la muerte, sabe, presiente, pero no piensa. Un árbol se deja en las manos del frío y ahí desnudo, se viste con nostálgica espera y observa el caer de esa ceguera blanca  sobre la montaña.

Vibra

Entonces sin pensarlo vibra.  Se hace vacío, se sacia y para de buscar.  Entonces,  en esta vibración encuentra lo que simplemente sintió.

Peces

(Te) siento como peces nadando alrededor de mi obligo.

Voces

 Su voz se me mete por debajo e invade poco a poco. La suya me agarra desprevenida por el centro. Y la tuya, la tuya amor, se me mete sin yo saberlo.  En silencio me invade el alma y el cuerpo.

Mundos y Gemidos

Hay mundos en donde no existe el dinero como medio de intercambio,   en su lugar se intercambia orgasmos. Se crea placer, se da placer, se libera y equilibra la energía al son de los gemidos.